Human Rights Watch considera que Castillo dio un golpe fallido
La ONG internacional Human Rights Watch (Observatorio de Derechos Humanos) admitió que Pedro Castillo Terrones anunció un golpe de estado por televisión nacional a fines del año pasado. El documento de 125 páginas recuerda los hechos: “El Congreso tenía previsto votar, en la tarde del 7 de diciembre de 2022, la destitución de Castillo sobre la base de las acusaciones de corrupción. En la mañana de la votación Castillo intentó disolver el Congreso, gobernar por decreto e intervenir el poder judicial. Estas acciones, que en la práctica constituyeron un golpe de Estado fallido, desencadenaron una crisis que, al momento de redactar este informe, continuaba”.
La organización, con sede en Nueva York, Estados Unidos, prosigue detallando que las instituciones democráticas, las Fuerzas Armadas y miembros del gabinete de Castillo rechazaron rápidamente las medidas del entonces presidente. El Congreso destituyó a Castillo y la vicepresidenta Dina Boluarte asumió la presidencia, de conformidad con la Constitución peruana. Ese mismo día, Boluarte anunció que gobernaría hasta el final del mandato de Castillo, en 2026, a pesar de que las encuestas de entonces mostraban que más del 80% de los peruanos querían elecciones anticipadas.
“Muchos peruanos creen que muchos (sic) congresistas se niegan a adelantar las elecciones porque quieren conservar sus puestos, ya que una enmienda constitucional prohíbe su reelección inmediata”, señala el documento.
Más adelante sostiene que miembros de comunidades indígenas y rurales dijeron a Human Rights Watch que la frustración por no poder ofrecer una vida mejor a sus hijos, juntos con la falta de acceso a una educación y a una atención sanitaria de calidad, los motivó a viajar a las ciudades para protestar.
Sin embargo, la ONG fundada en 1978, pone en duda la contundencia de sus indagaciones al afirmar que “algunos manifestantes lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad y, en algunos lugares, artefactos caseros que, según la policía, combinaban explosivos con fuegos artificiales. Cientos de policías resultaron heridos, la mayoría con contusiones por piedras y unos pocos resultaron con lesiones graves, como daños en órganos. Un policía murió en la ciudad de Juliaca, aunque las motivaciones y circunstancias que rodearon su muerte continúan sin esclarecerse”, sostiene textualmente. “En otros casos en los que algunos manifestantes se volvieron violentos, la respuesta de las fuerzas de seguridad fue excesiva e indiscriminada”, advierte.